
Puertas especiales
Puedes obtener resultados normales haciendo cosas normales. Las cosas habituales no exigen mucho: no requieren un gran esfuerzo, dedicación ni una fuerte voluntad. Por eso son habituales.
Si aspiras a ser especial, no puedes seguir prácticas ordinarias. Convertirse en un referente en lo que haces, crear algo que valga la pena contar incluso un siglo después, no se logra con un compromiso cotidiano. Solo se alcanza con un tipo especial de compromiso: un ardiente deseo de grandeza cada día.
Sin embargo, los proyectos especiales tienen necesidades especializadas. En ese camino de gloria, surgirán requerimientos que exigen soluciones específicas. Por muy talentoso o comprometido que seas, es imposible reparar un coche averiado sin las herramientas adecuadas.
Necesitas colaboradores a tu altura. Un compañero leal que esté presente cada vez que lo necesites. Resistente, hecho a medida y duradero.
Eso es lo que representan las Puertas Especiales Lucid:
Olvida lo bueno, no sobrevalores lo grande, ¡apunta a ser el mejor!



